ÚLTIMO MOMENTO

Enero arrancó con todo: joda, fiesta loca, frutas del bosque y bardo. Y para no quedarnos atrás en esta carrera sin descanso que no hace más que llevarnos a paso de rengo hacia la mismísima inutilidad dominguera, nos compramos la malla a cuadritos, el barrenador, las patas de rana y el mate listo, sin olvidarnos del pegamento para arena que se hace llamar protector solar y del clásico sambuche de milanesa con lechuga, tomate, mayonesa y... si, ¡más arena!

Febrero terminó con todo: (léase el párrafo de arriba con tono negativo y frustrado)

Pero como nosotros no solo tenemos onda, sino que además tenemos lacio, rulos y pelada, te damos la solución para estas vacaciones que se vinieron a pique en un abrir y cerrar de billetera: el campamento de Que onda!

Si querés formar parte de esta experiencia únicamente única, irrepetiblemente irrepetible, irremediablemente irremediable, detergentemente detergentable, etc etc etc... tendrás que esperar al año que viene, porque el campamento lo hicimos en enero cuando había joda, fiesta loca, frutas del bosque y bardo.


¿Qué tiene que ver la imagen? Adiviná!