Como casi todas las tardes, estaba merendando con agua tónica y facturas mientras leía algunos diarios en Internet cuando de repente me encontré con algo insólito: estaba ahí, frente a mis ojos, agazapada entre los márgenes del ciberdiario (o diarionético), esperando para atacarme y llenarme de preguntas... ¿Era cierto? No podía serlo porque no, simplemente porque no. Pero sí. Lo era. El mp3 de 256mb que me compré hace dos meses quedó relegado a la prehistoria de la tecnología portátil cuando vi que por un poquito más de dinero ahora podría comprarme un teléfono celular que no sólo sirve para hablar y mandar mensajitos, sino que además entran quinticientos temas, tiene su pantallita para ver películas (en el próximo párrafo voy a hablar más detalladamente de esto) y... hasta sirve para sacar fotos!! ¿¡¿¡¿¡No prepara café instantáneo!?!?!?
Estupefacto, este es el párrafo que dedicaré al hecho de ver películas en ese aparatito de mano, porque no digo que no se pueda semi-apreciar una obra cinematográfica en la pequeñísima pantalla del artefacto, pero... ¿Si tiene subtítulos qué hacemo'? ¿O será que el kit incluye una lupa además de los auriculares y el cable USB? ¿Qué pasa con esos ínfimos detalles en los cuales un escenógrafo depositó toda su imaginación y el mayor de sus esfuerzos? ¿Y si el número de la placa del oficial de Asuntos Internos que obviamente no se puede divisar es la resolución del enigma que encierra la trama de la película? Yo avisé que estaba lleno de preguntas, pero voy a frenar acá porque sino tendría que dedicar una semana entera a la transcripción de los interrogantes que se me ocurren.
Y encima de esto como tenés un montón de espacio, te cebás copiando todo lo que está al alcance del mouse, metés setecientas canciones y cuando se te da por escuchar "La pachanga" de Vilma Palma... se te gasta la batería de tanto apretar los botones para encontrarla y no podés ni escuchar música, ni mandar mensajes, ni llamar, ni ver película, ni sacar fotos (¡¡¡JODETE!!!).
Encima de todo esto imaginate que otro día te colgás viendo "Rocky VII" en el 552 y cuando te rescatás estás en los límites mismos de Mar del Plata, en plena noche y sin batería para llamar a alguien que te salve del involuntario exilio.
Ahora que lo pienso... prefiero mi mp3 de 256mb.
martes, 14 de octubre de 2008
¡Ojo eh!
A las
10:59
anduvo perdiendo el tiempo
Javier
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Javo, sos un cafetero.
ResponderEliminarAnónimo