jueves, 4 de marzo de 2010

Que el Facebook no se me haga a un lado


Si creías que Qué Onda? se había ido, creías bien, pero si Qué Onda? fuese Fito Páez diría "cuando me fui no me alejé", pero como Qué Onda? no es Fito Páez, Qué Onda? dice "hemos volvido".

Pasaron muchas cosas desde nuestro último post: Fantino asumió que se la come y le encanta; apareció una nueva diva ilustre, la segunda Evita, nuestra artista exclusiva Zulma Lobato (estamos por cerrar contrato); surgió de las llamas de la interperiestidad el ídolo musical y generacional Ricky "Ricardo" Fort, como Qué Onda? lo había anticipado apocalípticamente; el gato de nuestro director Santulli se jubiló, hizo el trámite en Anses para la asignación universal de sus críos, y se integró a los gatos del magnate chocolatero.

Párrafo aparte para nuestro ídolo principal, muso inspirador Marcelo Polino, quien cada día es más grosso, como la Cindor.

Un cuentito

Había una vez un muchacho que solía mirar para dos lados al mismo tiempo. Se llamaba Miguel Alfredo. De chiquito le gustaba la zunga y el maní no cervecero, hasta que en la adolescencia dio cuenta de su verdadera naturaleza que su cuerpo no había reconocido.

Miguel Alfredo recorrida Barrio Norte a altas horas con poca ropa. Según contaban algunos grafitis por las calles, en festejos no había nadie mejor que él.

Un día, unos muchachos invitaron cordialmente a Miguel Alfredo a festejar un cumpleaños. Él aceptó gustosamente, y tras volver de la cancha de su amor Nueva Chicago se dispuso al agazajo. Nunca lo habían visto tan feliz, ¡cómo bailaba ese muchacho! Los brillos surgían de sus poros como estrellas a la vuelta de la esquina.

Miguel Alfredo bailó y bailó, y los chicos fueron felices.

Fin


Video del cuentito

No hay comentarios:

Publicar un comentario